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Los amigos de Eugenia Berdún

A tenor de Eugenia

Ya tenía las pinceladas de mi historia con Eugenia, pero se me ocurrio un cambio, la historia era como no un drama, como casi todas las novelas contaba cosas tristes que les suceden a las personas, pero quería como he dicho un cambio....sería capaz de inventar una historia alegre, contenta, de humor?. Estaba dispuesta a hacer ese ejercicio y aun lo estoy, pero se necesita mucho mas tiempo, mas trabajo para imaginar una vida alegre, plena y en paz.

Acabo de regresar de tomar el cafe de las 10, he ojeado el periodico, para que os voy a contar, todos sabeis como anda el mundo de revuelto. Aun así sigo con mi proposito....que no decaiga.

Los amigos de Eugenia Berdún I (se admiten sugerencias)

Me hice el firme proposito de ser mas observadora. Hay muchas cosas a mi alrededor que pasan para mi inadvertidas..tanto mirar hacia dentro. La espera se me hizo larga. Conocía de sobra el bar en el que habíamos quedado, una de esas franquicias de facha irlandesa en las que se pierde un poco la noción del tiempo y del espacio. Julia, la camarera, y yo charlamos un rato. Cuando lo ví estaba ya junto a mi, no me di cuenta cuando entró en el bar, quizás ya estaba dentro cuando llegué, no sé. Firme a mi propósito de observadora intenté retener en su imagen cada uno de los detalles, casuales y no casuales que constituían su figura. Seguro que así podría entenderle mejor. Conocía a Luis, no eramos íntimos, desde luego, pero era el marido de Eugenia y habíamos comido juntos en algunas ocasiones, la última en Navidades.

Continuará, pronto.